lunes, 5 de febrero de 2018

Tu violas, El mata, Ellos maltratan, ¿Nosotros también matamos…?



Tú violas, El mata, Ellos maltratan,
¿Nosotros también matamos…?

Una vez más más la pena de muerte en el debate. Es alucinante la cantidad de disparates y barbaridades que aparecen en las redes como "argumentos" para proponer y pretender  instaurar la Pena de Muerte. En parte se entiende la actitud de un gran sector de la población. La  ansiedad, la desesperación, el miedo, la tristeza, indignación, la rabia, la impotencia entre otras emociones y sentimientos se  exacerban y tocan  su pico más alto  ante los sucesos horrendos y escalofriantes que han acontecido durante las últimas semanas, y que no hacen más que terminar  por visibilizar una  trágica realidad que no queremos ver y que este gobierno, así como los anteriores, han sido incapaces de  atender de manera eficaz y eficiente. Mientras tanto la legión de  niñas violadas y asesinadas vienen incrementando  las  estadísticas,  que nos  develan como un país  enfermo e incapaz de proteger  a sus críos, y por el contrario se los devora emulando al titán Cronos.

Pero en medio de esta histeria colectiva, debería ser nuestra clase dirigente quien se encargue de razonar y colocar las cosas en su real dimensión, en su justo medio, anteponiendo la razón, la inteligencia, deberían fluir propuestas y políticas públicas claras que enfrenten de manera integral y de  raíz esta problemática que no es nueva y afecta a nuestra población más vulnerable. 

Pero nuestra clase dirigente no da la talla, nuestro políticos no ven el problema, solo ven  una oportunidad para estar en la tribuna, para  desgañitarse con un ramplón y facilón discurso a favor de la pena de muerte,  posar para la foto con rostro adusto e iracundo, sumidos en una  competencia histriónica y  de esa forma  jurar que sintonizan con el sentir  popular. Y pensar que muchos de los políticos  y congresistas especialmente, que hoy despotrican contra los derechos humanos y  de manera furibunda demandan pena de muerte,  votaron en contra de Proyecto de Ley que evitaba beneficios penitenciarios a violadores. Es decir si a un violador lo sentenciaban a 30 años, pues cumplía los 30 años en prisión y punto, ningún beneficio. Estos congresistas o políticos han re-significado  la Ley del Talión, la cuál imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido, obteniéndose la reciprocidad, pero no, a ellos lo que menos les importa es la  justicia, lo que ellos quieren es reciprocidad y lo entienden así: votos y reelección por “apoyar tu causa” ciudadano de a pie.

RAFAEL VIRHUEZ R.
Gestor Cultural

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