“La Rebeldía
como Pecado”
Plantones y vigilias sobre violencia de género
Una mujer violada, ultrajada
sexualmente durante el censo 2017 en nuestro distrito, gatilla, detona una
respuesta indignada de la sociedad, un conjunto de vecinas y vecinos de nuestro
distrito se auto-convocan para hacer sentir su rechazo, repudio e indignación y
demandar la más severa sanción al
victimario.
Culminado el evento, lo que
debería ser una oportunidad de unidad, de encuentro y articulación para
emprender una lucha frontal frente a la violencia contra la mujer, termina de
la manera más insólita, no se habla de futuras coordinaciones para planificar próximas
acciones, sino del "atrevimiento", “impertinencia”, "malcriadez", “sin educación”, “inoportuna”, insolencia” de una joven, de una mujer. ¿Qué paso?, no estuve
in situ, pero pude ver el vídeo e intentare narrar el momento crucial:
“Un hombre con una mujer a su costado y portando un micrófono está
dando lectura a un pronunciamiento, de pronto una joven, en compañía de otra joven
toca el brazo del hombre del micrófono y pide leer el comunicado, el hombre
dice algo fuera del micrófono a la joven y continua ante la demanda de alguien,
la joven se retira”.
Esto no concluye ahí, luego
podemos ver el mencionado vídeo “subido”en el Facebook de una radio amiga - emisora que se ha caracterizado
desde su modestas posibilidades en ser un medio vigilante del acontecer local y
promotor de la participación organizada de la comunidad - con el logo de la
radio y formulando la siguiente pregunta ¿La lucha contra la violencia de la mujer es una lucha sólo
para mujeres?.
Volvamos al principio. ¿Qué
situación convoca y moviliza a hombres y mujeres a realizar un plantón en el
frontis de la Municipalidad de Villa el Salvador?, ¿la buena o mala calidad de
las pistas?, No. ¿las sospechas, indicios o certezas de corrupción en la actual
gestión?, No, lo que moviliza a algunos in-situ y otros ex - situ, es la
violencia sexual ejercida contra una mujer, si, nuevamente contra una mujer.
¿Hay una bandera de género en esta lucha?, claro que la hay y debe ser cada vez
más reluciente e inmensa, como aquellas que cubren las tribunas de los equipos
más populares del país. Género, género, género, género, terror le tienen a esa
palabra.
¿Qué nos junta?, ¿Qué nos anima o
nos indigna?, ¿Qué queremos detener?... la violencia de género, repito, la violencia
de género, aquí un concepto a mi entender bastante claro: “situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de
dominación de los hombres sobre las mujeres que tiene o puede tener como
consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de
tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si
ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal”. Enarbolar
la bandera de No Violencia es un primer paso, básico y necesario de negación,
pero no es suficiente, se necesita afirmar que queremos. En el espectro amplio
de tipos de violencia que padecemos a lo largo y ancho del país, una de sus
terribles aristas es la violencia de género, que tiene como víctima recurrente a
la mujer, todas las estadísticas no hacen más que reafirmar esa triste e indignante realidad.
Hagamos memoria, Villa El
Salvador tiene una rica historia socio-política, donde la mujer ha desempeñado un
rol protagónico, fundamentalmente en su condición y re-valorización como mujer, como
sujeto social de derecho, ciudadana plena, teniendo en María Elena Moyano su
expresión cúspide. ¿María Elena hubiese pedido
permiso para hablar en un evento de estas características?, talvez hasta se hubiese apropiado del
micrófono. ¿Quién debe entonces protagonizar una lucha que afecta de manera
directa a las mujeres?, las mujeres. La historia siempre ha sido así, la lucha
por el derecho al sufragio, la disminución de las 12 horas laborales y mejores
salarios, hasta para usar pantalones y la lucha sigue. Tanto nos cuesta ser
acompañantes, compañeros en esta lucha. ¿Nos
sentimos combatientes de segunda clase?, ¿inseguridad o deficiente autoestima masculina?,
Sobre la radio amiga, desconcierta
de quien proviene promover una pregunta tan perniciosa, a partir de un suceso
que podemos visualizar en las redes sociales y que desde mi humilde punto de vista
se encuentra editado con parcialidad, por decir lo menos, con la intención de descalificar
una postura, vehemente si, pero con un trasfondo interesante en relación al
papel de la mujer en esta problemática de la violencia de género. La primera re-pregunta
sería, ¿cómo llegan a componer, construir la pregunta desde lo visualizado?, en
ningún momento la entrevistada señala que la lucha contra la violencia sexual
es de entera exclusividad de las mujeres, es el entrevistador quien introduce la
idea de que “los hombres deben hacerse a un lado”, por el contrario la
entrevistada reconoce el papel importante y fundamental del hombre como
acompañante-compañero en este proceso de lucha, pero resalta que quienes deben
liderar y empoderarse de este proceso de lucha son la propias mujeres, por una
sencilla razón, ellas son directamente las afectadas. Pero el asunto no queda
ahí, luego la acusa sutilmente, “no te
parece ejercer un poquito de violencia la manera cómo te dirigiste…”. Haber,
¿violencia, donde cómo y cuándo?, miremos nuevamente las imágenes, ahora con una
lupa de mayor aumento y veamos donde se esconde la violencia:
- Buen número de mujeres presentes en el evento de solidaridad y rechazo a lo ocurrido.
- Integrantes de un colectivo compuesto en su gran mayoría o totalidad por mujeres elaboran un pronunciamiento.
- Un hombre da lectura al pronunciamiento del colectivo de mujeres.
- El pronunciamiento está redactado de tal forma que lo ideal es que sea leído por una mujer.
- Las mujeres del colectivo que elaboraron el pronunciamiento están presentes en el evento.
- Las mujeres que elaboraron el pronunciamiento, piden leer su pronunciamiento, al varón que ha empezado a darle lectura.
- El varón, por razones que no son audibles, no accede al pedido de las integrantes del colectivo de mujeres, estas se retiran.
- El varón finalmente desiste de dar lectura y cede la palabra a una mujer que tiene al costado.
Saludo
la rebeldía, el atrevimiento, la osadía,
el temple, de alguien que entiende que es su lucha, que es el momento, que tiene
el derecho y el deber de ser protagonista. Ayyyyy todas las vacas, o al menos
muchas vacas olvidamos que alguna vez fuimos terneras. Todo depende del cristal
con que se mira o se quiere mirar las cosas. La lucha por esta causa y por otras de este tipo serán siempre complicadas
en el frente externo, pero también en el interno. ¿Sumar es mejor que dividir?,
siempre será mejor, pero tenemos que aprender con humildad que rol o función
nos toca jugar en tal o cual “batalla”.
Rafael
Virhuez R.
Actor
y Gestor Cultural