viernes, 13 de noviembre de 2009

A propósito de Plantones, vigilias y foros:VILLA EL SALVADOR: “La Verdad de la Milanesa”

¿Es posible contar las personas que asisten a una manifestación una por una?. "De hecho es lo que nosotros hacemos", afirma tajantemente el director de la empresa de medición Lynce, Juan Manuel Gutiérrez. El sistema consiste en tomar fotografías cenitales en el momento de máxima concentración mediante cámaras aéreas y satélite. Estas fotografías se despiezan luego por secciones y un programa informático cuenta las cabezas, "persona por persona".

Este sistema que ha sido aplicado a algunas grandes manifestaciones realizadas contrasta entre lo que los organizadores calculan y lo que objetivamente la tecnología establece, por ejemplo:
  • El último Desfile del Orgullo Gay en Madrid. Frente al millón y medio de asistentes que anunció la organización, Lynce midió 58.170.
  • Frente a la manifestación pro-vida y en contra de la reforma de la ley del aborto realizado en Madrid, el Foro de la Familia y las demás organizaciones convocantes calcularon: Dos millones, según la Comunidad de Madrid: Millón y medio, según el diario El País: 265.000, según la Policía: 250.000. Lynce midió 55.316 personas.
Sin ánimo socarrón, ni gesto grotesco y sin ningún  tipo de desmedida actitud burlesca, quiero decir que no fue necesario contratar a la empresa Lynce para medir las manifestaciones y vigilias convocadas por una serie de organizaciones políticas, sociales y personajes de nuestra ciudad… aunque debo confesarlo que en el fondo de mi febríl alucinación  me hubiese gustado contratarla, por que ello significaría que hubo una importante presencia ciudadana y ello estaría denotando un nivel de movilización articulada importante de la ciudadanía en torno a una serie de problemas irresueltos en nuestra comunidad. Pero ello no fue así, es una fantasía, una falacia, un espejismo, ello no sucedio… no se cosecha lo que no se siembra. Y a pesar de tener un sector importante de comerciantes informales inconformes con una medida ejecutada de manera transparente por el Gobierno Local, la incapacidad de parte de los convocantes estuvo muy temprano firmando su asistencia y diciendo presente en sus actos y eventos.

El otro día revisaba un artículo interesante de Martín Tanaka, quien a raíz del debate entablado entre Sinesio López y Jaime de Althaus escribía lo siguiente y que transcribo literalmente: “Un buen debate presenta evidencias y razones que permiten sustentar mejor y descartar los malos argumentos de las posiciones en pugna, con lo cual todos ganamos. En un mal debate la discusión se personaliza, se cae en la satanización del contrincante (en vez de sacar provecho de sus mejores argumentos), se recurre a razonamientos falaces y efectistas, todo lo cual termina reforzando nuestros prejuicios y empobreciéndonos”.

De un tiempo a esta parte se vienen implementando en nuestro distrito, diversos, talleres, foros, plantones, vigilias, etc, que tienen por “objetivo” abordar asuntos de interés socio-políticos y determinar causas y posibles alternativas o soluciones. Muchas de estas acciones o eventos que en esencia debieran ser una práctica abierta y convocante (así se difunde), diversa y pluralista, democrática y tolerante, dialogante y concertadora, permanente y sostenida en el tiempo no lo son, allí radica justamente y paradójicamente su debilidad y fragilidad. Se pretende hacer de “golpe”, todo aquello (sensibilizar consciencias, articular espacios, construir discursos, metodología de trabajo, etc) que no se hizo en su debido momento, con la calma, el tiempo prudente, la sapiencia e inteligencia pertinente. Se pretende (y es práctica recurrente) subsanar esta forma compulsiva de ser y de proceder errático  reiterado, actuando de manera desmedida, altisonante, abrupta y caótica, discrimando y excluyendo, con una intolerancia y un lenguaje cargado de adjetivos y calificativos que indudablemente no invitan, ni promueven dialogo ni concertación alguna. Walter Lippman decía: “Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho“.

En un artículo anterior titulado Villa El Salvador: Fiesta Electoral de Libre Mercado...Salvaje afirmaba lo siguiente: “Esta coyuntura política que atraviesa el distrito, y es necesario decirlo claramente, lo que menos importa en estos discursos es Villa El Salvador, todos esos discursos furibundos llenos de una emoción social lastimera, que hacen llamamiento a la movilización popular, que buscan despertar de la somnolencia a nuestra ciudadanía y enfrentar al culpable de nuestras desgracias, son solo cuentos, artificios, jugarretas, patrañas, embuste y trapaza, vuelvo a decirlo, lVilla El Salvador! es lo último que importa en estos discursos, por que cuál seguidores inconcientes (o conscientes) de ideologías obsoletas y trasnochadas rinden reverencia al ¡Salvo el poder … todo es ilusión!... eso es lo importante, el poder, lo reescribo nuevamente, el PODER. Para unos será ¡tomar el poder! y para otros ¡recuperar el poder perdido y añorado!”

Puede ser duro decirlo en esos términos, pero solamente pido coherencia y se actúe con aquellos valores que pregonan de manera altisonante: HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA. Si se increpa al Gobierno Local de tener prácticas que no promueven y/o fortalecen el tejido social, que desarticula, debilita, utiliza, manipula,  etc, lo lógico y razonable es demostrar lo contrario, con una práctica y proceder distinto y no imitando con creces actitudes y posturas que decimos objetar.

Invito a revisar como ejemplo alguno de los escritos que pululan por Internet, elaborados por muchos subordinados, “independientes” e inclusive jefes, y que grafican de manera obvia una actitud totalmente opuesta a los valores y principios que pregonan y que se traducen en sus eventos y actos públicos. Estos escritos, eventos y actos distan de ser democráticos, dialogantes, concertadores y plurales. Intentan promover una Agenda Pública de manera prepotente, insultante y bravucona, dejando de lado el más mínimo talante, sentido de pertinencia y de contribución al desarrollo de una cultura democrática.

Muchos de estos actos, eventos y escritos, acusan, difaman, juzgan y sentencian personas, colectivos y hechos con una facilidad que “asusta” y espanta, cerrando con estas actitudes cualquier posibilidad de dialogo y debate concertador y programático, perjudicando a quien dicen defender: Villa El Salvador.

¿Que se busca entonces con estos actos, eventos y escritos?, sencillo:
  • Promover y posicionar tempranamente candidatos para las próximas elecciones municipales.
  • Articular un conjunto de personas con intereses y aspiraciones políticas y negociar posteriormente (según méritos) posibles espacios, cupos o cargos en las próximas elecciones municipales.
  • Tercero, ha empezado el proceso electoral y se empiezan a aplicar recetas clásicas, tradicionales de una estrategia política barata y conocida, una de ellas: “Miente, miente y sigue mintiendo… que algo queda”. Y cosechar (eso que queda) posteriormente algo de réditos (votos) para las elecciones próximas. Ese es el tipo de siembra que hemos aprendido y que tanto cuesta desaprender.
En 1948, el mariscal austríaco Radetzky, enviado al norte de Italia para frenar la rebelión contra los Habsburgos, descubrió en Milán la receta original de la Milanesa, la de los lombardos, que preparaban un escalope, impregnado en huevo y pan rallado y frito en manteca, este plato se sirve a los visitantes como un especialísimo agasajo. A simple vista no se puede visualizar la carne, debido al pan rayado que la cubre. Al degustar la Milanesa se siente muy suave, pero no por la carne en si, sino por la capa de huevo y pan que la cubre. De aquí proviene esa famosa frase “La verdad de la Milanesa”, es decir “no es lo que parece, es algo arreglado para que parezca ser.”, Esos eventos y actos SON UNA MILANESA… la mesa esta servida, provecho.

RAFAEL VIRHUEZ RIVEROS
Regidor
Municipalidad de Villa El Salvador

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